El Progreso

CONVIVIR CON UN BIPOLAR

CONVIVIR CON UN BIPOLAR 469 1280 AnaCastroLiz

La enfermedad maníaco-depresiva provoca cambios bruscos y cíclicos en el estado de ánimo

Un bipolar siente que su vida es como una noria emocional llena de inestabilidad.

Cuando un bipolar está en su fase depresiva no se acuerda de cómo es cuando está en su fase maniaca o viceversa. Son personas inmaduras e infantiles, vulnerables, muy sensibles, obsesivos y súper perfeccionistas, se les mete algo en la cabeza y no hay quién se lo desmonte, sacan sus propias conclusiones llenas de juicios propios.

Existe un desequilibrio bioquímico en el cerebro de estas personas, pero ¿Cómo podemos conocer esta enfermedad y saber porque aparece? ¿Tiene solución?

En este artículo intentaré resolver estas preguntas desde un enfoque emocional.

Maniaco-Depresivo

Cuando un bipolar está en su fase depresiva, pierde interés por sus actividades, se siente apático, duerme mal, no tiene ganas de sexo, le cuesta concentrarse o razonar, se siente culpable por todo e incluso quiere desaparecer. No se siente comprendido y se aísla.

En su fase maniaca, es eufórico, atiende a varias cosas a la vez, se vuelve más afectivo, activo y sexual, gasta en exceso, es más impulsivo y quiere divertirse. Cuando está de “subidón” no entiende como los demás no pueden compartir ese exceso de energía que posee.

El bipolar no sabe normalizar sus estados de ánimo porque no los comprende, carece de esa capacidad y, desconcertado, se vuelve aún más inestable.

Se calcula que cerca del 1% de la población mundial es bipolar, en España hay unas 400.000 personas que padecen esta enfermedad.

El origen

Los conflictos familiares pueden ser el origen de este comportamiento. Como no te hayas sentido querido de niño, ese trauma te puede dejar una huella imborrable durante el resto de tu vida. Para poder sanar un bipolar necesitará ponerle palabras a lo que le pasa, dar un significado a sus emociones, aceptarlas y luego perdonarse para poder perdonar al que cree que le ha hecho daño.

Debe ayudarse a alguien con este problema a que descubra sus potenciales, y aprenda a ser feliz, cosa que no sabe, ya que vive en el tormento. Del blanco al negro, hay una gran variada gama de colores y en esto consiste la dificultad del bipolar: su incapacidad para detenerse en todos los matices emocionales.

Frases como: “estate quieto, no te muevas, no corras, no juegues…”, suelen ser muy escuchadas por los bipolares en su niñez por parte de sus padres, o otras como si algo fuera malo: “es un niño muy bromista, o soñador, etc”. Todas estas frases se pueden convertir en grandes contradicciones en su visión de vida futura.

El bipolar está encarcelado por los momentos afectivos que observa, lo que le quita capacidad para incluir otras cosas importantes de la vida que la polaridad que lo domina en ese instante (maniaco o depresivo) no le permite ver e integrar.

¿Tu pareja es bipolar?

El estrés es algo que no lleva bien un bipolar. Aprovecha su fase de manía porque es cuando puede mostrarse más colaborador. Si tu pareja es bipolar, es buena idea crearle una rutina de tareas a nivel doméstico y de vida familiar porque eso le dará estabilidad. En sus picos de inestabilidad, no pensará lo que dice, y meterá la pata con discusiones sin sentido o no sabrá atender las necesidades afectivas que tu tengas, además es positivo que busques ayuda terapéutica, para saber llevarlo lo mejor posible y como debes hacer para poder entenderlo, y no terminar “quemándote” en la relación.

El potencial

En realidad, suelen tener una mente brillante que no han sabido utilizar de forma correcta desde la adolescencia. Un gran potencial es su capacidad de analizarlo todo, y como entiende la realidad, que le hace llegar a conclusiones únicas, sabe mejor que nadie aspectos que pasan desapercibidos para los demás. Otro potencial es su increíble creatividad, no del todo desarrollada porque ha enfocado siempre de forma equivocada todas sus capacidades. Así que una buena terapia de curación debería incluir aparte de mejorar el equilibrio personal, fomentar la asertividad, como poder ofrecer ayuda a los demás y descubrir o disfrutar de los talentos que posee.

A un bipolar se le ha metido en la cabeza, como una creencia sea cierta o no, que no recibió toda la protección, cuidados que necesitaba. Eso a nivel químico le afecta a la serotonina y dopamina, pero de modo general a como procesa y organiza sus emociones. Sus ideas son como un software en el sistema nervioso: “no me han querido porque no lo merecía y eso es porque no sirvo para nada”, etc o frases por el estilo. Así es como su autoestima, confianza, y  seguridad personal quedaron tocadas y hundidas.

Cuanto más se sienta un bipolar dueño de sus decisiones o de crear ideas, proyectos o actividades más sanará y más se equilibrará.

Un abrazo es mejor que un antidepresivo y un acto creativo es mejor que una dosis de litio.

Anestesia farmacológica o el poder trasformador

La bipolaridad buscará relaciones tormentosas, en su forma neurótica y verá problemas donde no los hay, sin querer termina destruyendo lo que ama, porque ha aprendido a no creer en sí mismo debido al abandono (real o imaginario) que ha sufrido en su infancia.

Los psicofármacos solo anestesian el dolor, pero no lo curan, lo que si consiguen es borrar poco a poco, la energía interior que cada uno posee. La fuerza que puede curar es esa energía interna.

Una persona con este tipo de problema necesita que quien esté a su lado no se asuste de sus cambios y le ayude a modificar su vida para que se responsabilice de las cosas que no haga bien, aprendiendo de sus síntomas, realizando actividades deportivas y aprendiendo a comer sin tensión.

Mientras una persona pase de la euforia a la tristeza, del amor al desamor, de la felicidad a la decepción, no podrá curarse. Necesitará cambiar sus creencias, y que no hay que clasificarlo todo como bueno o malo, blanco o negro y debe asimilar que la vida está en constante trasformación.

Articulo sábado 19 octubre 2019 escrito para El Progreso de Lugo

¿AZOTAS EN LA CAMA?

¿AZOTAS EN LA CAMA? 469 1280 AnaCastroLiz

Los hombres que abusan del porno son más fríos y pueden encontrar más placer en humillar

Algunos varones tienen como por mejor compañía junto con su imaginación, a sus cinco dedos de la mano dominante para desquitarse un poco con escenas de películas X. Casi prefieren ese acto sexual que penetrar la vagina de una mujer. Masturbarse esta bien y darse amor propio, pero a los sádicos, les va eso de darse autoplacer, ven a su miembro viril como un falo de oro, son muy narcisistas, hipersexuales y les va bastante eso de azotar a su pareja en la cama que es el tema que vamos a tratar hoy.

Si descubres que tu pareja tiene un problema de este tipo, y te has llevado “un gran palo”, es lógico que te preguntes: ¿es normal que quiera darme cachetes cuando tenemos sexo?

El sádico, es alguien de apariencia amable al principio, mostrará un gran interés para conquistarte, aparentará ser delicado, seductor y atento, pero poco a poco se le irá olvidando ese comportamiento para dejar ver, quien realmente es.

Las señales

Son hombres débiles en el trabajo, o reservados hacia los demás, callados o poco comunicativos, casi sumisos, les cuesta decidirse, muy inseguros, y luego es cuando a nivel sexual se desatan y quieren ser los amos. Jugar al sado masoquismo debe ser algo consensuado por ambas partes implicadas, atar o dar un cachete no es nada pernicioso, cuando forma parte de un juego sexual y no conlleva daño físico, el problema o el trastorno aparece cuando solo se consigue llegar a la excitación o al orgasmo mediante esta práctica, y ocasionando dolor.

De repente el sádico, un día intentará asfixiarte, o darte un cachete más fuerte de lo habitual, o tirarte fuerte del pelo, zarandeando tu cabeza, “taladrándote” con su pene, sin tenerte en cuenta si eso te gusta o disfrutas o no, de su desorbitada convulsión de pélvica. No te preguntará lo que te gusta, o si disfrutas de esa forma, no sabe diferenciar lo que ve en el porno, de lo que ocurre en la cama cuando esta con una mujer.

Alguien así es incapaz de dar afecto de una forma sana o comprometerse. Quien ignora tus quejas, no te quiere.  Si identificas estas señales, estás con un sádico.

El origen del sadismo

El sádico vive la excitación sexual derivada de sus fantasías, donde le gusta ver a una mujer sometida, ese sometimiento es lo que le produce una erección. Si te ve fuerte o que eres tú la dominanta, no conseguirá excitarse.

Este comportamiento comenzó de niño o adolecente o al principio de la edad adulta. Donde ha asociado imágenes determinadas con placer, y al masturbarse de esa manera llega al orgasmo, sino no lo alcanza, por eso es una parafilia.

Es probable que una persona sádica haya sufrido maltrato en la infancia, donde pudo recibir abusos sexuales, o vejaciones. Aprende desde muy pequeño hacer daño a otras personas, creyendo que es una forma de dar amor. Posiblemente sus padres no se miraban con amor, no hablaban ni se comunicaban o no mostraban cariño, todo esto es suficiente para influir en la mente de una persona para terminar siendo sádica, además de que sus primeras practicas o escenas que ha visto de sexo, existía humillación hacia la mujer.

Han aprendido de forma equivocada a tener afecto, posiblemente sus padres les decían; “te pego porque te quiero”, “te mereces este castigo pero eres mi hijo favorito”, tienen un total descontrol de lo que es correcto o no a la hora de querer.

Pueden mostrarse como pasivos-agresivos pero en el fondo son crueles. Son personas manipuladoras y controladoras que quieren coartar la voluntad de las personas que tienen a su alrededor, solo les importa su voluntad. La empatía no está dentro de su mente.

Tienen un gusto peculiar sobre la violencia o con la muerte. Por lo que sus profesiones están relacionadas con esto: cuerpos del estado y profesionales que llevan armas, etc.

Las mujeres son su objeto

Para ellos lo más importante es tener dominio total sobre la otra persona, convertirla en objeto indefenso de su voluntad y ser su dueño. Hará lo posible para que ella se encargue de hacer todo lo de casa o lo domestico, y él vivirá del cuento, delegará responsabilidades para estar a cuerpo de rey. Si ven a su pareja toda estresada, no les importará, verla sufrir le producirá hasta placer.

Son sarcásticos y nunca mostraran afecto en público, porque es una forma de castigo que ejercen sobre la pareja. Sus ideas son machistas, la pareja de alguien así desarrollará depresión, ansiedad y tendrá baja autoestima e inseguridad. No le agradecerá nunca sus detalles o será rudo, frío e impersonal. Son mujeriegos y van de una relación a otra. Buscarán mujeres débiles o que se sienten solas y vulnerables. Las coleccionará como si fueran cromos y la usará para su placer.

El modus operandi

  1. El sádico tiene la capacidad de identificar víctimas pasivas y vulnerables.
  2. Gana la confianza de la víctima gracias a su encanto superficial lleno de promesas que no cumplirá.
  3. Persuaden sutilmente para que su pareja haga lo que a él le gusta (a nivel sexual).
  4. Retiran y aíslan progresivamente a la pareja de su familia y amigos; los celos y la posesión son los métodos más utilizados para lograr el nivel de aislamiento deseado. Son miserables con el dinero y no hacen regalos. No les gusta que su pareja sea más que el cultural o profesionalmente.
  5. Controla la forma de vestir de su pareja o con quien ésta se relaciona.
  6. No habla de sus sentimientos por miedo a dejarse dominar, controlar o ser juzgado, todo lo ve como signo de debilidad.
  7. Nunca se disculpará ni se responsabilizará de sus fallos.

¿Alguien así puede cambiar?

Es muy difícil que este tipo de persona cambie si no busca ayuda profesional, le falta empatía, sin eso es complicado un proceso de trasformación. Si tu pareja no muestra interes por como te sientes ni esta receptivo cuando sufres, busca apoyo en tu entorno, amigos, familia y debes salir de esa relación cuando antes.

Articulo sábado 9 de noviembre 2019, para EL PROGRESO de Lugo

EL ENGANCHE SEXUAL

EL ENGANCHE SEXUAL 469 1280 AnaCastroLiz

¿Te has sentido atrapado en una relación y no entiendes que haces ahí metido o lo que debes aprender?

Mucho se escucha eso de “soltar para avanzar o ser feliz” pero, ¿cómo lo encajas cuando estás muy “metido” en una relación donde algo no te cuadra o todo no es como tu quisieras, pero el sexo que tienes junto a esa persona te atrapa de forma increíble?, incluso si ha pasado mucho tiempo pero sigues recordando a ese ser humano, ¿qué haces con tu vida?.

Cuando te pones pretextos o excusas para no saber cómo dejar una relación que supuestamente puede estar bloqueando tu vida, sería interesante aceptar como te sientes, y luego sentirlo tal y como sea, para luego actuar con madurez y darte cuenta que si todo tu foco de atención esta puesto en esa persona, eso hará que no dejes entrar otra cosa nueva en tu vida por la energía que esa relación te está consumiendo. ¡Solo tú puedes resolver este entuerto y te voy a explicar cómo!.

Hazte estas preguntas: ¿qué te aporta esta persona?, ¿ha mejorado tu vida desde que la tienes? ¿Qué sucedería si no estuviera? ¿Qué sientes cuando no estás con ella? ¿Qué le aportas tú a su vida?

Plantéate como desvincularte y te voy a explicar cómo en este articulo a ver si consigues aclararte.

Idealización sexual

Lo que podría hacer que dos personas estén unidas por un “enganche” es: no tener autoestima y no quererse ni entre ellas y posiblemente tengan miedo a estar solas. Continuarán juntas porque se entienden muy bien en la cama y se han idealizado tanto en este tema, que creerán que están con el mejor amante del mundo y que jamás van a encontrar a nadie igual.

En realidad lo que sostiene una pareja sana es la capacidad de llegar a acuerdos para sobrellevar el día a día, con decisiones de todo tipo, entenderse, respetarse y tener montón de compatibilidades, además de admiración mutua, sinceridad, comunicación, respeto y apoyo.

Pero esta idealización a nivel sexual, cuando estas con alguien de quién no te das desprendido, es por estos motivos:

-Como en el sexo es donde es fácil ponerse de acuerdo y más si esa persona te saca como nadie placer, eso te anima a estar ahí metido.

-Es fácil acostumbrase a la espiral de: “hay bronca, nos enfadamos, te odio, y al final hacemos las paces con sexo”. Eso puede resultar hasta de afrodisíaco y de un gran condimento sexual.

-Cuando hablamos de parejas o relaciones donde la química sexual es muy potente y el comportamiento es muy toxico, es complicado encontrar a otra persona que sintonice con esa forma de funcionar, porque uno se acostumbra a lo que tiene y creen que merecer ese trato.

-Existe un juego en todo este tipo de relaciones: uno es quien domina y el otro es quien es sometido, el sexo forma parte de cualquier situación, encontrando en ese desahogo el momento de relax que tanto necesitan, por eso se produce “el polvo de la reconciliación” .

-Se tiene miedo a si lo dejas a esa persona, a cómo será tu vida después. Se huye de lo desconocido.

-Tenemos un sentimiento de apego muy negativo, desarrollado desde bebes que cuando algo nos atrapa lo hacemos tan nuestro, que todo girará entorno a eso y la costumbre que adquirimos formará parte de nuestra vida para siempre.

Falsa creencia

Los enganches los padecen tanto hombres como mujeres, pero las mujeres sufren mucho mas esta creencia, donde desarrollan un comportamiento de “buena amante” para enloquecer a un hombre en la cama, para que el la ame para siempre, para poder manejarlo a su antojo. Pensar que el sexo va a resolver tu necesidad de amor es estar muy equivocado, solo te va a facilitar pequeños momentos de idealización pero el abuso de él, hará que se hagan más grandes tus complejos.

Suelta para avanzar 

Para soltar cualquier persona es importante descubrir qué obtenemos al mantenernos en esa posición de seguir a su lado, reflexiona qué creencias y pensamientos equivocados tienes para estar ahí metido, al descubrirlos puedes hacer los cambios necesarios.

Elabora un buen análisis, honesto, de las emociones que te están afectando, para ver cuál es la causa de ellas y así, darte cuenta de a lo que te estás aferrando, sobre todo hasta que no llegues a la conclusión de lo que debes aprender e integrarlo en ti, no darás cortado con esa persona.

Por un momento, compara esa relación a un globo de helio, llénalo con tu aire, mientras piensas en todo lo bueno que te ha dado y luego lo sueltas viendo como se aleja hacia el cielo, mientras tú le dices adiós con mucha paz.

Deja ir tu pasado para vivir tú ahora, fijando tu atención en todo lo que haces en cada momento. Para dejar ir una relación debes cerrar el círculo y elaborar un duelo, cambiando esas creencias tan adquiridas de toda tu vida que te han hecho sufrir.

Ejercicio de liberación

  1. Piensa en la persona a la que estás enganchado emocional y sexualmente, y en todo lo que has vivido y sentido junto a ese ser, tanto bueno como no tan bueno.
  2. Sitúala en tu presente, imagina a esa persona sentada frente a ti, y pregúntate: ¿Qué sientes ahora estando junto a él o ella? ¿sientes que sigues dependiendo? ¿sigues conectado físicamente? Visualiza un cordón que sale de tu cuerpo y siente si se une a alguna parte de esa persona, ¿lo puedes sentir y notar aun? ¿localiza donde estáis unidos?
  3. Imagina como te sentirías si pudieras cortar eso que te une.
    ¿Cómo te sientes?
  4. Vuelve a centrarte en esa persona y ahora descubre en que te beneficia estar “enganchado a él/ella?
  5. Siente que eres alguien mucho más fuerte, más seguro y llena de cualidades tantas como necesites sentir, eres una versión mejorada de ti y que solo sientes afecto por la otra parte, desde la distancia de haber pasado mucho tiempo sin estar juntos. Corta ese cordón y disfruta al hacerlo.
  6. Ahora nota como ya no existe dicho vínculo, al mirar a esa persona y solo siente agradecimiento por todo lo aprendido y vivido, integrando en ti todo lo bueno.
  7. Proyecta un futuro donde te relacionas con otras personas diferentes, siente tu conexión contigo mismo y cómo quieres funcionar a partir de ahora en el amor.

Articulo escrito 8 junio 2019 para El Progreso de Lugo

MASTERCLASS EN SEXO ORAL

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¿Cómo decirle a alguien de una manera digna, que no te gusta cómo te está realizando un “cunnilingus”?

Conoces a alguien con el que crees tener química, y os vais a la cama y descubres que, ¡es horrible en cuanto a introducir su lengua para acariciar tu templo sagrado!. ¿Es posible tener mucha atracción con alguien y que luego sea un autentico inútil en cuestión de sexo oral? ¿Esa relación ya no tiene futuro? ¿Se puede remontar después de no dar pie con bola en ese tema?.

Muchas veces te puedes encontrar con situaciones que no sabes muy bien cómo reaccionar, ni sepas cómo decirle; “me estás haciendo fatal el cunnilingus”, por ejemplo, pero peor es, que sea tu pareja de muchos años esa persona y no sepas como pedirle que mejore, en cualquier caso quizás te interese seguir leyendo este artículo para que se ponga las pilas, esa pareja o tu le enseñes.

Si ese caballero o fémina, lamentablemente no es nada habilidoso con algo que para ti es muy importante, no debes guardarte esa información. Ser lo más clara y sincera posible, sería ideal. Coméntale tus gustos y preferencias, dale pie a que él te cuente si lo hace solo complacer y no le gusta, o si le gustaría aprender y mejorar.

Frustraciones razonables

Tal vez el sexo en sí no haya sido tan malo en una relación esporádica, la primera vez con alguien, se tienen nervios, poca confianza, es normal porque ambos os estáis conociendo.

Si hay buena complicidad y comunicación, es bueno darse una segunda oportunidad. A veces una mala experiencia sexual no significa que dos personas no puedan congeniar en ese terreno más adelante, sobre todo hay que saber pedir como deben de hacértelo mejor e investigar juntos.

Lo que no hacer

“Tocar con brusquedad”, “dar golpecitos sobre el clítoris cómo si fuera un tambor”, “intentar sin éxito la penetración con la lengua, a la vagina o no dar introducido bien los dedos”, “mordisquear o chupar”, “ser agresivo o muy bruto y frotando como si estuvieras prendiendo fuego con una cerilla”, “no encontrar el punto G ni interesarse si lo estás consiguiendo o ni preguntar después de la experiencia si ha gustado”, son algunas de las innumerables quejas de las mujeres que cuentan lo que les sucede con el sexo oral ejecutado por sus parejas, ya sean pasajeras o estables.

La falta de juegos preliminares, moverse bruscamente, besar como si los morros fueran una metralleta lazando balas a discreción y meter la lengua hasta la glotis, o no tener ni idea de cómo se quita un sujetador, ni tan siquiera con ambas manos, le baja la libido a cualquiera y te quitan las ganas de repetir. Es que hay caballeros que por muy maduros que se crean, o mucha experiencia digan tener, no tienen ni idea de que va eso de seducir en la cama o dar placer a una dama.

¿Sincerarse siempre?

Nadie nace aprendido, muchas veces las cosas que a ti te pueden poner a cien, no siempre se corresponden con lo que le ha gustado a las anteriores parejas de tu actual pareja, así que actualízalo, ofrécele una “masterclass sobre cómo funciona tu pedazo de cuerpo”.

La comunicación entre las sabanas es muy importante. Si no te entiendes entre ellas es difícil que lo hagas fuera de ellas, curiosamente guarda un cierto paralelismo. Si finges lo único que conseguirás es que él se sienta un “macho engrandecido pero engañado”, aunque no tengas pensado repetir con esa persona, tampoco estaría mal que se lo dijeras, puede aprender de esa experiencia contigo y mejorar para el futuro.

El cunnilingus “ideal”

No hay técnicas infalibles para convertirse en el perfecto “ejecutor del sexo oral” algunos son torpes, van rápido y, lo que es peor, está convencidísimos que saben dar placer, posiblemente no se han topado con demasiadas mujeres que supieran pedir lo que querían.

Pasos a seguir para que mejorar el sexo oral:

  1. El clítoris, ¡tu mejor amigo! Aprender a interpretar los movimientos de la usuaria, es importante para el que ejecuta esta práctica. Si te retira la cabeza de entre sus piernas, es que no le gusta, si te la aprieta aunque sea sin querer, es que si. Su propio cuerpo ya te indicará el camino correcto. ¡El clítoris, tiene que ser tu aliado!. Dile que te guie, no dudes en hacer preguntas, aunque tú no puedas hablar mucho, ella sí. Si lo que te da reparo es el tema de la higiene o olor, existen trozos de látex para poner en esa zona además de usar lubricantes de olores y sabores.
  2. Mueve la lengua: rápido y lento, pero suave. Los movimientos de la lengua pueden ser rápidos o lentos. Desde clítoris, abrir con tus dedos los labios puede ayudar a despejar mejor la zona y jugar más delicadamente.
  3. Masturba con los dedos. Usar los dedos; anular y corazón, dentro de la vagina como encogiéndolos y estirándolos, a la vez que se utiliza la lengua en las partes anteriormente comentadas, ayuda llegar al clímax mejor y mas rapido.
  4. Mantén el ritmo. Una mujer no alcanza el orgasmo si la estimulación es intermitente. Una buena frecuencia, delicadeza con los toques y buenos movimientos, ponen a mil y dosmil.
  5. Busca la postura adecuada. Para tener un orgasmo hay que estar bien colocado, desde el principio de la experiencia, escoger una postura donde los dos os sintáis súper cómodos.
  6. No escupas. Algunas escenas de cine porno, incluyen este tipo de “guarrada” y eso lo utiliza para lubricar, ¡cuidado con eso!, sabemos que la boca posee muchos más bacterias que ninguna otra parte del cuerpo junto con el ano. Si no está lo suficientemente lubricada usar geles especiales porque no cambiarán el ph de la vagina.
  7. Divertiros. Explorar con sabores como: chocolate derretido, crema de chantillí y aceites, etc. Usar hielo, o la raíz del jengibre para rodear el clítoris, y para dilatar la vagina utiliza aceites, además de realizar masajes alrededor, junto con caramelos mentolados que se repasen por los labios internos, proporcionaran una sensación increíble. Cuidado con dejar residuos o que se introduzcan esas sustancia en el interior de la vagina. Sobre todo hacer el humor y para sentir mas amor.

Articulo publicado 4 mayo 2019, escrito para El Progreso de Lugo

LAS PAREJAS QUE NO TIENEN SEXO

LAS PAREJAS QUE NO TIENEN SEXO 683 1861 AnaCastroLiz

Un 15% de los matrimonios no mantienen relaciones sexuales. Los motivos pueden ser: aburrimiento, rutina, falta de tiempo o desencanto

¿En pareja se puede convivir sin compartir caricias eróticas o orgasmos?.

Cada vez más, escucho en mi consulta, que un gran número de parejas estables de muchos años, tan solo comparten convivencia y no tienen vida sexual, sin presentar problemas mayores o discusiones o ningún otro motivo que supuestamente tenga que influir en dejar de desearse.

Muchos están acomodados y les va bien estar funcionar, sin tan siguiera tocarse pero otros necesitan vivir sus deseos o fantasías y lo pasan realmente mal, frustrándose enormemente. Tener menos de 1 encuentro por mes o que pasen los años y ni tan siquiera se intenten acercar íntimamente uno al otro, es padecer este problema del que os hablo hoy.

¿Opción o imposición?

Se puede vivir sin sexo cuando ambos están de acuerdo y ninguno lo pasa mal por no desahogar, así pueden durar eternamente hasta que la muerte los separe, siempre y cuando nadie se cruce en el camino de uno de los dos.

El deseo sexual es una fuente de autoestima, sentirse deseado o fomentar esa atracción con quien estás sirve para mantener la llama de la pasión y hacer que dure en el tiempo todo un compromiso.

Posiblemente estés rodeado de parejas que no tienen sexo y ni te cuenten su vida intima, mientras que en sus dormitorios este todo tan tranquilo y en silencio como si fuera un templo budista.

Cuando no tienes sexo, solo valoras el afecto que te dan, tu pareja es un miembro más de la familia, valoras lo buen padre o madre que es con tus hijos y los bienes materiales que os unen o el estilo de vida que os ofrecéis uno al otro. Se empiezan a alejar físicamente las parejas, por dar más importancia; al trabajo, a los hijos, a otras actividades y van dejando a un segundo o tercer plano las relaciones íntimas, hasta llegar a perder el interés.

Pero aun así algunos pueden estar abrazados y ser cariñosos diciéndose cosas bonitas, permanecen juntos para resolver en el día a día: facturas, educación hijos o viajar juntos.

Discrepancias

Estar en pareja sin sexo afecta cada vez más a parejas de 40 años que llevan 10 años o más juntas. Quizás esté relacionado con los cambios físicos o hormonales que a esa edad suelen pasar factura o el estilo de vida que va evolucionando a medida que maduras. Existen parejas que tenían más sexo cuando no convivían juntas, solo se acostaban si salían de copas, y una vez más comprometidos, ni salen de noche y ni se tocan. Existen muchas combinaciones posibles.

Esperar que algún día te busquen para tener sexo, puede ser de lo más desesperante y frustrante.

El deseo se puede acabar por dejar de admirar a tu pareja o que te trate como si fuera tu progenitor o se comporte como un crio, entre otras cosas.

Causas comunes

Algunas causas por las que puedes dejar de tener sexo en pareja son:

1) Enfermedades. Padecer dolores en alguna parte del cuerpo, artritis, depresión, cáncer, disfunción sexual, etc puede limitar la actividad sexual.

2) Obesidad o cambios fisicos. Coger peso y que no te sientas con tanta vitalidad y energía como antes puede hacer que te acomplejes con tu físico y no quieras ni tan siguiera desnudarte frente a tu pareja.

3) Monotonía. Utilizar como excusa; “estoy siempre cansado” “es que tengo que madrugar mañana”, o tener horarios diferentes para ir a la cama, puede ser un efecto secundario muy común para alejarse sexualmente. Mantener siempre el mismo tipo de posturas o formas de erotizarse puede acabar aburriéndote y todo por no haber querido experimentar cosas nuevas.

4) El resentimiento. Tener guardado en tu mente algo que no le perdones, infidelidades o mentiras, rencores, o sentir celos pueden alejarte totalmente de desear a tu pareja.

¿La terapia puede ayudar?

No se puede presentar una solución única para todas las parejas, cada uno tiene sus motivos que hay que conocer en profundidad para poder ayudarles a solucionarlo.

Pero algunos pasos que se pueden conseguir son:

Primero, deben comunicarse y compartir como se sienten, de forma sincera, que opinan de no tener sexo y como les gustaría que fuera su vida sexual o si contemplan otras opciones. Que conozcan con total profundidad lo que opina uno y el otro al respecto.

Segundo, ¿Qué les ha llevado a no tener sexo?. Quizás lo han ido dejando por el estrés del día a día, o preocupaciones, deben descubrir el origen del porque han llegado a no tener relaciones sexuales.

Tercero, buscar de forma honesta si quieren encontrar una solución y si se puede asumir un entendimiento en conjunto para recuperar ese deseo.

Si una pareja no consigue resolver este problema es positivo que acudan a terapia de pareja, que les va a servir de ayuda para conocer dónde está el bloqueo y descubrir si hay solución para ambos.

El problema surge cuando uno de los dos expresa su malestar y para el otro, todo está bien así tal y como están.

Una posible solución que pueden empezar a aplicar seria realizar un cambio de contexto. Si durante todos estos años, vuestra habitación os ha servido de descanso, de escenas sexuales, de riñas, de vivir todo tipo de situaciones y momentos, se acaba asociando esa habitación a muchas más cosas que nada tengan que ver con el sexo, y lo veas mas como un lugar solo para dormir o lleno de recuerdos de todo tipo. Cambiar los muebles de sitio, o pintar diferente la habituación puede servir de ayuda y nueva inspiración, introducir algunos cambios en el comportamiento sexual donde se juegue de forma distinta y con otras posturas o jugar a convertirse en otro tipo de personas puede ayudar a fomentar de nuevo la pasión y el deseo.

Tener sexo en lugares diferentes, como pasar un fin de semana fuera de casa, coger el coche e ir a lugares íntimos, buscar escapadas distintas donde se viva el deseo en todo su esplendor, puede ayudar a revivir la pasión sexual.

Articulo escrito sábado 13 abril 2019, para EL PROGRESO de Lugo

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