LA HERENCIA COPIADA DEL EX

LA HERENCIA COPIADA DEL EX

LA HERENCIA COPIADA DEL EX 235 640 AnaCastroLiz

Comportarse por imitación de la pareja, aplicando a la vez lo aprendido en otras relaciones atiende al instinto de supervivencia

Sobrevivimos gracias a la imitación, esta idea forma parte de la evolución humana. Cuando un adulto desea subsistir en el universo emocional donde quiere convivir con otro ser, es capaz de hacer cualquier cosa por mantenerse a salvo.

Copiar la conducta del otro si es necesario puede ayudar a sentirse más reconocido y querido. Imitar es lo más habitual para un hombre y una mujer, ya que es un proceso para aprender, a reproducir conductas, movimientos y eventos, esto provoca que se activen áreas cerebrales que asocian las mismas emociones, sentimientos y memorias relacionadas de a quien copias, todo esto se aplicamos desde muy pequeñitos.

Todos nos hemos contagiado emocionalmente alguna vez: cuando vemos un partido de futbol y todos gritan animando, en un concierto, o en una situación de pánico cuando la histeria colectiva entra en miedo, son reacciones emocionales primitivas que se apoderan de nosotros. Pero también nos contagiamos emocionalmente en situaciones cuando sonreímos a otra persona que nos sonríe, o nos llenamos de optimismo con alguien que nos inspira.

Somos Fotocopias

Sobrevivir a las rupturas no es fácil, se pasa por un proceso de duelo que varía en cada caso y persona, suele ser muy duro pero luego, de cada relación sacas un bagaje de experiencias y aprendizaje que te das cuenta de su envergadura, cuando inicias y te implicas en una nueva relación. En ese momento es cuando aplicas esos comportamientos que son tuyos (tu personalidad, aficiones, gustos, etc.) y alguno que has descubierto gracias a esa pareja anterior (eres más cariñoso o comunicativo de lo que eras antes porque eso fue lo que te aportó esa persona) y otros que incorporas de forma heredada (costumbres y manías que tenia tu ex) y todo porque te parecen que te completan mas o se ajustan mejor a tu forma de ser actual. Cuando decides repetir los pasos de una pareja anterior te beneficias de su experiencia, el problema viene cuando lo que copias o reproduces es lo toxico; enfadarte por tonterías y gritar, irte en medio de una discusión sin mediar palabra, ser celoso o controlador, porque te lo hacía a ti de esa forma tu ex, entre alguno de los muchos ejemplos.

Trasformación Mimética

El motivo social de la imitación es que ésta ayuda a que exista una mayor integridad y sin darte cuenta de eso, lo reproduces. Las personas que conviven juntas por un tiempo tienden a parecerse y eso se llama: “trasformación mimética”. No es necesario que pasen muchos años juntos, si comparten muchas horas al día, lo más probable es que comiencen a tener pensamientos y actitudes similares.

Te has mimetizado con tu pareja si cumples parte o todos de estos requisitos:

1) Compartes el mismo estado de ánimo, gustos y aficiones. Quizás antes de conocer a tu pareja, a ti te gustaba salir de fiesta y a tu pareja era más casera, con el tiempo os decantareis por hacer solo una cosa u otra. El más positivo contagia al otro y el que más cosas hace tira del otro para tener más actividad. Te acaba interesando la misma música, etc.

2) Hablar igual. Se copian expresiones y frases particulares del otro.

3) Visten parecido. Se combinan con colores similares y compran cosas parecidas.

4) Mismos gustos culinarios. Probar cosas nuevas que te enseña el otro que quizás no conocías.

El Karma

Lo curioso de toda esta herencia comportamental es cuando funcionas en una nueva relación como hacia tu ex pareja contigo, es decir, imagínate que tu ex, le vamos a llamar “Zitanito”, tenía un papel contigo paternal; te cuidaba, era atento, estaba totalmente entregado a ti, te llamaba a todas horas, y para ti eso suponía una sobrecarga, porque no estabas “tan enganchada” a él pero como era majo, y como nunca antes nadie te había tratado así, aunque no estuvieras muy enamorada, seguías con él aunque te irritada y le hablabas mal. La relación se rompe por lo que sea, pasa el tiempo y aparece en tu vida “Menganito”, este tiene una actitud ahora evasiva contigo, y eres tu quien está pendiente, quién quiere verlo a todas horas y no sabe qué hacerle para que te dé afecto, parece que el karma te ha dado un buen “coscorrón”, haciéndote pagar por lo de antes. Acabas viviendo lo que ha vivido tu anterior pareja contigo y eso se va entrelazando en cada relación sucesiva que tienes, añades lo que te ofrecen a tu personalidad y lo reproduces, unas veces positivamente y otras negativamente. ¡Esto le sucede a muchas personas!, ¿Te apetece analizar tu historial sentimental a ver si se cumple también en ti?.

Neuronas Espejo

Las llamadas neuronas espejo, son un grupo de células nerviosas que se activan cuando una persona realiza una acción o cuando observa a otra realizando una actividad, se activan poniendo en marcha en nuestro propio cerebro los mismos circuitos cerebrales que esa persona. El estudio de las neuronas espejo se considera el más importante aporte a la neurociencia en las últimas décadas, son las encargadas de la imitación y, del desarrollo de la empatía que nos permite ponernos en el lugar de los demás, cuando sintonizamos con nuestra pareja compartimos el mismo estado emocional.

Lo que debemos sacar en limpio es que juntos avanzamos en mejores condiciones que solitariamente (la unión hace la fuerza) y la finalidad de las neuronas espejo y la empatía, es: favorecer nuestra sociabilidad, subsistencia y conexión con el entorno para entendernos mejor y respetarnos.

Captar la realidad del otro, pero manteniendo la nuestra propia también para poder acompañar con eficacia en el proceso de ayuda, de apoyo, de generosidad quizás nos acerque a humanizarnos más y entender muchas cosas de lo que va esto de ser personas que conviven en el planeta llamado tierra.

Articulo escrito para El Progreso de Lugo, 8 diciembre 2018

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