Heredamos de la antigua Roma muchos detalles y costumbres que con el ARDE LUCUS se reviven
Recordando las costumbres romanas de hace más de 2000 años, y fusionándola con esta sección, que como sabéis está dedicada a hablar de situaciones habituales de una consulta de psicología y de terapia de pareja, os quiero comentar como eran las costumbres de roma en cuanto a sus matrimonios.
Investigando sobre ello, me gustaría dejaros un resumen de algunos de los aspectos en los que menos hemos cambiado:
-En lo de “prometerse” y pedir la mano, esto ya viene del matrimonio romano cum manu, en el que la novia pasaba de la familia propia a la del marido o de la custodia de su pater a la de su esposo. Estar prometido, en romano se dice spondeo, de donde evidentemente vienen nuestros esponsales.
-La fiesta nupcial, que se llamaba sponsalia. En la fiesta se acordaba la dote y los prometidos intercambiaban regalos.
-El Ramo de la Novia, antes era más bien de rosas o narcisos.
– El anillo, el vestido blanco, el velo, lo de pasar en brazos a la novia, en realidad ¡qué poco hemos cambiado en dos siglos!, ¿verdad?; las bodas son como aquellas anituguas porque somos romanos, por más que nos pese.
– Al día siguiente, el nuevo matrimonio romano celebraba otro banquete íntimo, solo para sus familiares, a modo de reboda (repotia).
Así que, si te casas estos días por los ritos callejeros, que sea por lo romano.
La Novia
La edad legalmente aceptable para contraer matrimonio era de 12 años (antes de los 15). Tradicionalmente, era el padre (era el paterfamilias) el que arreglaba el matrimonio. Para ellas casarse significaba el final de la niñez y pasaban directamente a ser esposas, a tener una vida sexual con todas sus consecuencias, sin ningún tipo de educación sexual para dedicarse a su esposo y a sus placeres.
Se comportaban de una manera adulta y sabía, muy por encima de su edad, preservando su virginidad como un tesoro. El matrimonio desempeñaba un papel importante en la mejora de la situación familiar y patrimonial. En los estratos más altos de la sociedad, los matrimonios se arreglaban para crear alianzas entre familias prominentes, fortalecer y extender la base de poder del padre o la familia.
El novio
El rito de iniciación para los chicos era al adquirir la toga, con eso ya era un ciudadano, con libertad social y sexual. Eran casaderos a los 18-20 años, poseían una extensa educación, incluso algunos estudiando en el extranjero, casi como universitarios.
La edad mínima legal para casarse era de 14 años. Sin embargo, era común casarse más tarde, especialmente en las clases altas y hacerlo con una chica mucho más joven, sobre todo aquellos que ya eran viudos con la esperanza de tener más hijos.
Factores que influyen en la edad del matrimonio romano
- Situación social: Los hombres de las clases altas tendían a casarse más tarde, después de alcanzar un cierto nivel de éxito profesional.
- Estatus militar: Los soldados no podían casarse antes de los 25 años de servicio, a menos que recibieran la ciudadanía romana como recompensa.
- Estrategia familiar: Los padres pactaban las uniones desde una edad temprana.
- Prácticas sociales: los varones de la alta sociedad se podían casar varias veces y con chicas mucho menores que ellos.
Compromiso
El compromiso no era un requisito, pero a menudo precedía a un matrimonio de alta escala social y podía durar dos años o más. Se le daba gran importancia a casarse con una niña de 12 años ya que aseguraba así que fuera virgen. Los compromisos de boda se arreglaban mediante negociación entre el padre de ella, el posible novio y su familia.
La ceremonia
La novia llevaba una guirnalda de flores encima de las trenzas y estaba cubierta por un velo amarillo-naranja brillante, que cubría su rostro y cabello, con túnica blanca, y zapatos dorados. La boda comenzaba en la casa del padre de la novia, decorada con guirnaldas y se realizaban sacrificios a los dioses. No era hasta el anochecer que llevaban a la novia, en procesión hasta la casa del novio.
Fechas
Era obligatorio que ambas partes consintieran libremente a casarse, que fueran ambos ciudadanos romanos y haber superado la pubertad. La fecha tenía que elegirse de forma delicada, no debía hacerse en días nefastos, ni el primero o 15 de cada mes, ni en mayo, ni durante ningunas fiestas importantes.
Las fechas más propicias eran: cualquier día desde los idus hasta finales de junio, ya que se creía que durante el solsticio de verano tenía lugar la época de más fértil y de más esplendor de la naturaleza.
Tipos de Matrimonios
La antigua Roma, había 4 formas principales de unión:
Confarreatio: el de los nobles. Era la forma más solemne y antigua de matrimonio en Roma, reservada para los patricios y la clase noble. Con un componente religioso, bajo la supervisión de: pontífices y los sacerdotes más importantes de Roma. Se ofrecía pan de espelta («panis farreus») a los dioses, como un símbolo de pureza y unión. Implicaba la bendición del dios Júpiter.
Ejemplo: Lucio Cornelio Escipión Barbato, político y general romano (337 a.C.–270 a.C.,), con Pomponia. Es el equivalente al matrimonio religioso.
Coemptio: el contractual. Esta forma simulaba una transacción comercial, el esposo “compraba” simbólicamente a la mujer frente a testigos. Era más bien un contrato civil que unía bajo un acuerdo formal. Práctica común entre los plebeyos, utilizada por patricios que buscaban un matrimonio más flexible o que no cumplían con los requisitos para otros tipos de unión. El ritual comenzaba con una pregunta formal hecha por el esposo al padre de la novia o a un tutor.
Ejemplo: Tiberio Graco (163 o 162 a.C.–133 a.C) fue un destacado político de la República romana, que se casó con Claudia, una plebeya. Sería el equivalente al matrimonio civil de nuestra época.
Usus: por convivencia. Es la forma más sencilla de matrimonio en la antigua Roma, se basaba en la convivencia continua de la pareja durante un año. Si la mujer permanecía en la casa del hombre durante ese tiempo sin interrupciones significativas, como pasar tres noches consecutivas fuera, se consideraba que estaban legalmente casados. No requería documentación alguna. Era popular entre los plebeyos ya que proporcionaba una alternativa menos formal para las uniones.
Ejemplo: el matrimonio del famoso político, filósofo y escritor romano Cicerón (106 a.C.–43 a.C.) con Terencia. Es lo que llamamos “pareja de hecho”.
Concubinatus: unión reconocida pero informal. Esta relación se daba entre parejas que no podían o no deseaban casarse oficialmente, pero que convivían. Los hijos de estas uniones no tenían los mismos derechos de herencia que los nacidos de matrimonios legítimos, este matrimonio ofrecía una alternativa para aquellos que no cumplían con los requisitos de las formas tradicionales de matrimonio.
Ejemplo: Julio César (100 a.C.–44 a.C.), con Cleopatra VII, la reina de Egipto. Esto corresponde a lo que le llamamos “al vivir arrimados” de toda la vida.
Artículo escrito 14 junio 2025 para El Progreso de Lugo
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