trastorno bipolar

CONVIVIR CON UN BIPOLAR

CONVIVIR CON UN BIPOLAR 469 1280 AnaCastroLiz

La enfermedad maníaco-depresiva provoca cambios bruscos y cíclicos en el estado de ánimo

Un bipolar siente que su vida es como una noria emocional llena de inestabilidad.

Cuando un bipolar está en su fase depresiva no se acuerda de cómo es cuando está en su fase maniaca o viceversa. Son personas inmaduras e infantiles, vulnerables, muy sensibles, obsesivos y súper perfeccionistas, se les mete algo en la cabeza y no hay quién se lo desmonte, sacan sus propias conclusiones llenas de juicios propios.

Existe un desequilibrio bioquímico en el cerebro de estas personas, pero ¿Cómo podemos conocer esta enfermedad y saber porque aparece? ¿Tiene solución?

En este artículo intentaré resolver estas preguntas desde un enfoque emocional.

Maniaco-Depresivo

Cuando un bipolar está en su fase depresiva, pierde interés por sus actividades, se siente apático, duerme mal, no tiene ganas de sexo, le cuesta concentrarse o razonar, se siente culpable por todo e incluso quiere desaparecer. No se siente comprendido y se aísla.

En su fase maniaca, es eufórico, atiende a varias cosas a la vez, se vuelve más afectivo, activo y sexual, gasta en exceso, es más impulsivo y quiere divertirse. Cuando está de “subidón” no entiende como los demás no pueden compartir ese exceso de energía que posee.

El bipolar no sabe normalizar sus estados de ánimo porque no los comprende, carece de esa capacidad y, desconcertado, se vuelve aún más inestable.

Se calcula que cerca del 1% de la población mundial es bipolar, en España hay unas 400.000 personas que padecen esta enfermedad.

El origen

Los conflictos familiares pueden ser el origen de este comportamiento. Como no te hayas sentido querido de niño, ese trauma te puede dejar una huella imborrable durante el resto de tu vida. Para poder sanar un bipolar necesitará ponerle palabras a lo que le pasa, dar un significado a sus emociones, aceptarlas y luego perdonarse para poder perdonar al que cree que le ha hecho daño.

Debe ayudarse a alguien con este problema a que descubra sus potenciales, y aprenda a ser feliz, cosa que no sabe, ya que vive en el tormento. Del blanco al negro, hay una gran variada gama de colores y en esto consiste la dificultad del bipolar: su incapacidad para detenerse en todos los matices emocionales.

Frases como: “estate quieto, no te muevas, no corras, no juegues…”, suelen ser muy escuchadas por los bipolares en su niñez por parte de sus padres, o otras como si algo fuera malo: “es un niño muy bromista, o soñador, etc”. Todas estas frases se pueden convertir en grandes contradicciones en su visión de vida futura.

El bipolar está encarcelado por los momentos afectivos que observa, lo que le quita capacidad para incluir otras cosas importantes de la vida que la polaridad que lo domina en ese instante (maniaco o depresivo) no le permite ver e integrar.

¿Tu pareja es bipolar?

El estrés es algo que no lleva bien un bipolar. Aprovecha su fase de manía porque es cuando puede mostrarse más colaborador. Si tu pareja es bipolar, es buena idea crearle una rutina de tareas a nivel doméstico y de vida familiar porque eso le dará estabilidad. En sus picos de inestabilidad, no pensará lo que dice, y meterá la pata con discusiones sin sentido o no sabrá atender las necesidades afectivas que tu tengas, además es positivo que busques ayuda terapéutica, para saber llevarlo lo mejor posible y como debes hacer para poder entenderlo, y no terminar “quemándote” en la relación.

El potencial

En realidad, suelen tener una mente brillante que no han sabido utilizar de forma correcta desde la adolescencia. Un gran potencial es su capacidad de analizarlo todo, y como entiende la realidad, que le hace llegar a conclusiones únicas, sabe mejor que nadie aspectos que pasan desapercibidos para los demás. Otro potencial es su increíble creatividad, no del todo desarrollada porque ha enfocado siempre de forma equivocada todas sus capacidades. Así que una buena terapia de curación debería incluir aparte de mejorar el equilibrio personal, fomentar la asertividad, como poder ofrecer ayuda a los demás y descubrir o disfrutar de los talentos que posee.

A un bipolar se le ha metido en la cabeza, como una creencia sea cierta o no, que no recibió toda la protección, cuidados que necesitaba. Eso a nivel químico le afecta a la serotonina y dopamina, pero de modo general a como procesa y organiza sus emociones. Sus ideas son como un software en el sistema nervioso: “no me han querido porque no lo merecía y eso es porque no sirvo para nada”, etc o frases por el estilo. Así es como su autoestima, confianza, y  seguridad personal quedaron tocadas y hundidas.

Cuanto más se sienta un bipolar dueño de sus decisiones o de crear ideas, proyectos o actividades más sanará y más se equilibrará.

Un abrazo es mejor que un antidepresivo y un acto creativo es mejor que una dosis de litio.

Anestesia farmacológica o el poder trasformador

La bipolaridad buscará relaciones tormentosas, en su forma neurótica y verá problemas donde no los hay, sin querer termina destruyendo lo que ama, porque ha aprendido a no creer en sí mismo debido al abandono (real o imaginario) que ha sufrido en su infancia.

Los psicofármacos solo anestesian el dolor, pero no lo curan, lo que si consiguen es borrar poco a poco, la energía interior que cada uno posee. La fuerza que puede curar es esa energía interna.

Una persona con este tipo de problema necesita que quien esté a su lado no se asuste de sus cambios y le ayude a modificar su vida para que se responsabilice de las cosas que no haga bien, aprendiendo de sus síntomas, realizando actividades deportivas y aprendiendo a comer sin tensión.

Mientras una persona pase de la euforia a la tristeza, del amor al desamor, de la felicidad a la decepción, no podrá curarse. Necesitará cambiar sus creencias, y que no hay que clasificarlo todo como bueno o malo, blanco o negro y debe asimilar que la vida está en constante trasformación.

Articulo sábado 19 octubre 2019 escrito para El Progreso de Lugo

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