Cuando buscas complacer a los demás, esclavizado por hacer todo perfecto, sin que se interesen por ti, podrías padecer el Síndrome de la Monroe
La película más esperada de este otoño ha sido “Blonde”, una versión basada en un libro, sobre la vida de la deseada Marilyn Monroe, biografía que no le deja indiferente a nadie_ por la crudeza de su historia_ algo que me ha hecho recordar, en lo que en psicología se denomina: “El síndrome de Marilyn Monroe” y de paso, hacer un homenaje al Día Mundial de la Salud Mental, que fue celebrado el 10 de octubre.
Dicha celebración pretende aumentar la conciencia de los problemas de salud mental en todo el mundo y dar apoyo a quien lo necesita para mejorar su bienestar emocional. Una de las principales causas de discapacidad emocional es padecer depresión, que, en muchos casos, puede desembocar en suicidio, tal y como le pasó a Norma Jeanne (Marilyn).
El Síndrome de Marilyn Monroe lo sufren las mujeres que son consideradas bellas, graciosas y poderosamente perfectas. Todos las adoran, pero en realidad se sienten incomprendidas. Son divertidas, seductoras, aparentan extrema felicidad, tal y como lo hacía Marilyn de cara al exterior.
Este síndrome se refiere a la trágica existencia que sufrió esta actriz, víctima del machismo de la época y la fuerte presión mediática de tener que ser una estrella y brillar todo el tiempo. Cumplía con el canon de belleza que todas las mujeres envidiaban y todos los hombres deseaban.
¡Desear ser admirado todo el tiempo, acaba pasando factura!.
La aprobación social y el éxito no siempre dan la felicidad, pueden ocasionar un gran vacío.
El disfraz
El sexismo ha “obligado” a muchas personas, que viven de su imagen, en querer encajar en determinados grupos sociales a través de tener que llevar un “disfraz” y crearse un personaje, y todo con tal de no sentirse rechazado.
El círculo más cercano de Norma Jeanne, conocía sus traumas, y la depresión que le acompañaba, ella tenía que mantener su “disfraz” todos los días, de cara a la galería, y ofrecer una imagen de persona muy alegre, algo que le estaba matando lentamente, y aun así se sentía terriblemente incomprendida.
Este síndrome, define a esas personas a las que todo el mundo idolatra o admira, por su belleza física, posición, cargo o profesión, pero en las que nadie se molesta por conocer en profundidad ni en averiguar que les atormenta. Son personas que se sienten solas, sin apoyo ni comprensión y que poseen: una personalidad autentica, una mente brillante, y un corazón repleto de amor.
No tienen por qué solo referirse este síndrome exclusivamente a mujeres, también engloba a caballeros que puedan presentar estas características.
¿Te pasa a ti?
Lo sufren millones de personas rodeadas por ideologías machistas, clasistas o puramente superficiales, que las colocan en un pedestal por ser simplemente un “objeto sexual”. Y como quieren cumplir con su papel a la perfección, se comportan seduciendo a todo el mundo, para conseguir más admiración. Son víctimas de las expectativas de los demás, sin recibir respeto o consideración por sus emociones.
Los actores, modelos, cantantes o perfiles de profesionales en general que gozan de un cierto éxito son también padecedores de este síndrome, ya que todas las miradas se centran en ellos. Son admirados como si fueran “muñecos” manejados al antojo de los demás, acercándose a ellos simplemente para escalar socialmente y potenciar su imagen, o conseguir destacar de alguna manera también. Al principio de cualquier relación de este tipo, se sentirán admirados, deseados y aparentemente respetados, pero les durará poco esa sensación, ya que enseguida se darán cuenta que son manipulados.
“Soy fuerte como una telaraña al viento, cubierta por una escarcha fría, resplandeciente”.
– Marilyn Monroe-
Autoestima Fragmentada
Si le sumas haber pasado por una infancia traumática, no tener apoyo emocional de personas maduras a tu alrededor, ser frágil e inocente y con una baja autoestima, será fácil sentirse y ser utilizado por los demás, cuando en realidad lo que se busca es sentir un poco de afecto.
Norma Jean creó su papel a la perfección, esa mujer que era conocida por Marilyn Monroe, supo cómo sobrevivir rodeada de lobos, hasta que no pudo más.
Cuando basas tu bienestar mental en que te reconozcan o admiren, buscarás siempre destacar. Es fácil para alguien así ser “promiscuo” ya que es la forma rápida de suplir la falta de afecto.
Las mujeres que se identifiquen con Marilyn encontrarán en el “coqueteo” su mejor herramienta, sabiendo sacar provecho de lo que irradian a su alrededor, algo que provocará envidias de las demás mujeres. En cambio, nadie envidiará su felicidad interior o vida sentimental.
Si crees que llevas en tu interior a una Marilyn Monroe, puedes librarte de ese sufrimiento, aunque no sea nada fácil, puedes intentando siendo fiel a tus valores y buscando ayuda en quién realmente vea la belleza que posees en tu interior.
Articulo escrito 15 octubre 2022 para El Progreso de Lugo