Si abusas de una sustancia o situación que te hace daño y te cuesta cambiar hábitos, padeces una adicción
Una adicción es una dependencia obsesiva y compulsiva hacia una substancia, objeto, persona, actividad o comportamiento también cosas como: morderse uñas, apretarse espinillas, criticarlo todo, etc, Generalmente las alarmas saltan cuando la adición es hacia el alcohol, tabaco, compras compulsivas, sexo, juego patológico, drogas, comida, o cualquier otra cosa que provoque que vivas obsesionado por eso y tu comportamiento sea totalmente compulsivo hasta que no consigues lo que quieres pero existen muchas más adiciones.
¿Qué carencias emocionales tienes?
Cualquier adicción, a nivel emocional significa que necesitas de tu mamá, para que esté a tu lado para afrontar cualquier cosa que se te presenta en la vida. Es la forma que has aprendido a pedir ayuda de forma equivocada, y sintiéndote una “victima”, así ella o los demás podrán ayudarte.
No supiste como afrontar tu infancia, ni solucionar un problema con tus estudios, encajar tu adolescencia o salir adelante de un problema profesional, cualquier cosa que te fue pasando a lo lago de tu vida ha sido una pieza para unir a este puzle de carencias y justificar así tu forma de ser actual. Como tu mama no estuvo ahí siempre, o no supo aconsejarte como quisieras, aprendiste a expresar tus necesidades con las adicciones y las drogas.
¿Cuáles son tus creencias?
Te has metido en la cabeza frases similares a estas: “no soy capaz de superar una situación “, “al comer tanto (bulimia), o probar esta sustancia(droga) o hacer esta acción (ludopatía) ¡me siento fuerte!“, “cada vez que fumo o bebo, me siento seguro“, “si duermo mil horas todo acabará pasando”.
Todas las adicciones esconden algo y evitan que contactes con la emoción, ya sea que tengas una sensación de vacío existencial, que te sientas incomprendido o creas que nadie te quiere, pero estas viviendo una realidad llena de sufrimiento donde tú solo te estas hundiendo sin querer ver más allá del horizonte de esperanza que puedes alcanzar.
La ludopatía
El jugador compulsivo, necesita jugar a las maquinas, cartas, apuestas, lo que sea de forma inmediata, este comportamiento le provocará mentir y muchas discusiones en pareja, por ocultar su problema, descuido del hogar, despilfarro del dinero, desmotivación personal y social, se alimentará mal, y descuidará su salud, y un largo etcétera de comportamientos dañinos para él y su entorno. Un ludópata también suele coquetear con otras adicciones, como el alcohol y las drogas, por ejemplo.
La prioridad no es solo ganar dinero, sino que vivirá atrapado por sus impulsos y la ansiedad de cómo hacer para tener más dinero para jugar, que curiosamente escapará de sus manos velozmente.
El consumo de drogas o los comportamientos adictivos sirven de evasión frente al ambiente en el que estamos viviendo.
¿Por qué eres un adicto?
Sientes un dolor muy grande al no sentir que encajas en ninguna parte, que no te adaptas, que no te entienden o no te quieren. Además, no buscas ayuda, porque te cuesta pedir lo que necesitas, al no conocer ni entender tus emociones.
Intentas aliviar tu soledad, rabia, y frustración con esa distracción, donde la carga de adrenalina te hará estar tanto en el presente que te hará olvidarte de todos los problemas que están taladrándote constantemente la cabeza. Además, ese descuido de tu salud, de sus relaciones y demás cosas que te pasan, solo refleja la manera que conoces para escapar de tu dolor.
Por eso estas depresivo, de mal humor, te lo tomas todo a la tremenda y atentas tanto contra ti, como para los demás, buscando la soledad o vivir aislado porque no das gestionado tus emociones y no eres capaz de comprender la de los demás, llenándote de estrés, y así generarás un círculo cerrado donde seguirás buscando esa adición para paliar el dolor y meterte en tus pensamientos, alejándote del mundo.
El juego se acaba dónde empieza la dependencia
Síntomas juego patológico:
• Sentir ansiedad para conseguir más dinero para jugar.
• Necesidad de apostar cantidades cada vez más grandes de dinero.
• Sensación de soledad, frustración o culpa después de jugar.
• Intentar dejarlo muchas veces, sin conseguirlo.
• Mentir sobre la cantidad de tiempo o dinero gastado en los juegos.
• Robar para conseguir dinero para el juego.
• Despreocuparse o perder el trabajo, relaciones, estudios debido al juego.
¿Quieres solucionarlo?
Las causas nacieron desde hace muchos años, al no superar situaciones de frustración, depresión y muchas experiencias de tu vida dolorosas que hicieron que quisieras escapar de lo que sientes.
Si eres un adicto o un ludópata y quieres superarlo, pueden ayudarte estos consejos:
1.- Admite lo que te pasa. Sincérate con los tuyos. Deja de castigarte y mentir y pide ayuda profesional.
2.- Haz deporte, ve al gimnasio, lo que sea, aunque después continúes con tu adicción pero solo permítete tenerla si has cumplido con tus objetivos, eso te ayudará a ir educando tu mente.
3.- Busca lecturas que te hagan comprender lo que sientes y personas que te hagan sentir bien, corta con la negatividad en tu vida y sobre todo descubre tus talentos.
4.- Busca alguna actividad donde te diviertas, con música, baile, aprender algo nuevo, lo que sea que te mantenga creativo. Debes modificar tu perspectiva poco a poco.
5.- Sana tus heridas y perdona tu pasado, libérate de todas tus ataduras emocionales. Renace a un nuevo ser.
Es importante conocer el contexto donde se ha desarrollado la adicción para comprender cómo superar esta dependencia emocional. Cuando somos capaces de interpretar y reaccionar de una forma más adaptativa frente a nuestro entorno, las emociones que tenemos, las adicciones dejan de tener sentido. Mediante el cambio de percepción, y desarrollar la inteligencia emocional y cualquier habilidad social, que permita a la persona desenvolverse con mayor madurez emocional, modificando la manera de percibir su realidad para poder escoger, sin estar condicionado por sus creencias limitantes, una forma más sana de relacionarse consigo mismo y con el mundo.
Articulo escrito sábado 11 enero 2020 para El Progreso de Lugo