sindrome tarzán

EL SINDROME DE TARZÁN

EL SINDROME DE TARZÁN 787 2283 AnaCastroLiz

Enlazar una relación amorosa tras otra, sin elaborar un tiempo para la reflexión, acaba pasando factura al equilibrio emocional

Es de extrema toxicidad, no darle un espacio, tiempo y lugar al dolor que se experimenta después de una ruptura sentimental.

El síndrome de Tarzán explica la conducta, que personas de cualquier edad, pueden experimentar cuando son incapaces de cerrar ciclos al romper una relación de pareja, lo que les lleva a “saltar” de una persona a otra cubriendo ese hueco afectivo, sin tomarse el tiempo necesario para sanar y reflexionar.

¿Pero a qué viene relacionar a Tarzán, con un comportamiento tan dependiente emocional? Sabemos que este personaje de ficción de Edgar Rice Burroughs, es representado entre otras características de moverse por la selva agarrándose por las plantas trepadoras (lianas) que no suelta una, sin tener bien agarrada la otra, pues bien, quienes presentan este síndrome evitan el dolor emocional de una perdida, refugiándose inmediatamente en una nueva pareja.

Esta conducta no solo se puso de moda en la era digital, con las aplicaciones de citas y redes sociales que facilitan el acceso inmediato a nuevas relaciones, esto ha sucedido desde siempre con lo que le llamábamos “un clavo quita otro clavo”. Se prefiere mantener una apariencia de “cierta estabilidad emocional” y estar siempre cubierto de compañía, en lugar de enfrentarse a la soledad.

En este mundo donde conectar con alguien es fundamental surgen constantemente nuevos conceptos, que a algunos les ayuda a comprender mejor sus experiencias. ¿Te suena este comportamiento tan dependiente?,¿Conoces a alguien que le cueste “bajar a tierra” y contactar con el dolor de una perdida?  ¿Quieres conocer las consecuencias que puede tener seguir así?

Identifica si padeces este problema

Una persona que presente este síndrome tendrá estas características:

  • Al poco de romper una relación ya busca sustituto inmediatamente, sin analizar los errores.
  • Te asusta quedarte sin pareja y haces lo posible por tener la agenda completa con actividades o planes con amigos, no concibes una existencia sin tener pareja porque forma parte de tus creencias de vida.
  • Repites el mismo Patrón y los mismos errores en cada nueva relación, es decir, o tú fallas en lo mismo una y otra vez o las personas “pecan” de lo mismo contigo para que no funcionen esas relaciones.
  • Evitas la autocrítica, ni analizas con objetividad los motivos de las rupturas anteriores ni inviertes tiempo en trabajar sobre tu propio crecimiento emocional.
  • Búsqueda constante de dopamina en las nuevas experiencias amorosas sin saber realmente lo que quieres ni necesitas.
  •  “Anestesias” el dolor de la ruptura emocional con una nueva ilusión para no enfrentarte al sufrimiento.

¿Cual pueden ser las Causas?

Las más frecuentes se encuentran en:

  • Miedo a la soledad, la falta de seguridad en uno mismo y en su capacidad de enfrentar la vida sin una pareja puede fomentar este comportamiento.
  • No saber gestionar un duelo, ni la acumulación de emociones negativas que impactan en su estilo de vida, seguramente tengan por resolver las heridas de la infancia del abandono y rechazo.
  • Padecer ansiedaddepresión baja autoestima, por eso buscan en esas nuevas parejas la seguridad que no encuentran en sí mismos.
  • Ser un narcisista por la necesidad de que alguien te valide constantemente sobre tus cualidades, y se busca a personas que les admiren por algo, porque necesitan atención (quizás la que tuvieron en exceso de sus madres o en defecto).
  • Dependencia emocional: Aquellos que dependen emocionalmente de otros para su bienestar pueden sentirse incapaces de dejar una relación sin tener otra en puerta.

Consecuencias

Tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo sucedido, aprender de los errores y fortalecer la propia identidad es clave para construir relaciones futuras más saludables, sino se realiza un duelo tras una ruptura de forma necesaria no conseguirás un crecimiento personal. Evitar el dolor o tus miedos aumentará un proceso destructivo que afectará a tu amor propio.

Algunos de los efectos negativos tanto en quien lo padece como en sus potenciales parejas son:

  • Tener relaciones idealizadas y limerentes, con cierta superficialidad emocional, ya que lo que te pueden dar si te lo quitan, enseguida buscarás quien te lo vaya a suplir, convirtiéndote en un autómata emocional y a las parejas en gamificaciones.
  • Utilizar a terceros, si son dejados el que padece este síndrome, aunque no esté muy enamorado se “aferrará” a otra persona solo por no estar sin pareja. Los nuevos noviazgos, lejos de proporcionar estabilidad, se convierten en un parche que no aborda los problemas de fondo y dificulta el establecimiento de vínculos auténticos y profundos.
  • Tener cada vez más terror a la soledad y ansiedad.

¿Se puede superar este Síndrome?

Es fundamental tomar conciencia de que no es sano unir relaciones sin antes cerrar ciclos emocionales y ser valiente para enfrentar el dolor de las rupturas. Tomarse el tiempo que sea necesario para sanar te ayudará a construir relaciones más sólidas en el futuro, además de trabajar en la propia autoestima e independencia emocional para evitar caer en el ciclo de las relaciones liana.

Algunos pasos fundamentales pueden ser:

  • Aprender a estar solo, viajar y hacer actividades con las que disfrutar.
  • Hacer terapia para sanar las heridas del pasado, reformular las creencias que tienes, utilizar herramientas y estrategias para enfrentarse a la vida solo o acompañado pero de forma madura y plena.
  • Saber quién eres sin pareja y lo que quieres de una relación de pareja, no puedes conformarte con lo que sea.

El autoconocimiento es muy importante para romper con este ciclo de relaciones tóxicas para poder conectar con quién sea de manera auténtica.

Artículo escrito 16 mayo 2025 para El Progreso de Lugo

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