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CUSTODIA CON-PARTIDA y AMARGURA

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Lo complicado de tener que enfrentarse a una separación, cuando se tienen hijos, es tener que adaptarse a no verlos cada día

Pensar en lo mejor para unos hijos debería estar muy por encima de cualquier rencor que exista hacia una expareja. Según datos oficiales del INE, hasta un 47% de las parejas que se divorcian cada año en España tienen hijos y la custodia compartida es la opción existente para la mayoría de los casos. Muchos países europeos nos llevan ventaja practicándola desde hace mucho más tiempo, pero ¿es realmente la mejor opción para todos los casos?

Se sabe que la custodia compartida permite que ambos progenitores disfruten igual de sus hijos y que ellos no vean alterada su vida cotidiana ni su relación emocional con sus papas, compartiendo temporadas de tiempo iguales para poder beneficiarse de la misma implicación de responsabilidad afectiva y estando cubiertos 24/7 de absoluto bienestar, pero esto no suele ser así en todos los casos.

Con respecto a lo que puede suponer para esos hijos tanto cambio, ha surgido la denominación del “síndrome de los niños maleta”, que es el estrés al que se someten estos menores, por tener que cambiar de casa para ir a vivir con uno y con otro por temporadas. Esta situación es muy complicada si la relación que existe entre ambos progenitores no es del todo armónica, que es algo que también sucede y afecta a muchos casos y es motivo de consulta psicológica. Si ya ha sido difícil una convivencia con tu ex pareja y después de atravesar un juicio, tienes que hacer frente a otro duelo que es adaptarte a ver cada cierto tiempo a tus hijos, puede ser algo muy complicado de asimilar y superar, sobre esto es lo que voy a tratar en este artículo.

Ventajas de la custodia compartida

Antes de analizar los efectos emocionales que sufren muchos padres y madres con esta medida, os voy a comentar las ventajas existentes, siempre y cuando ambos están de acuerdo, y sobre todo los niños, es decir cuando todo es aparente paz y armonía y son las siguientes:

  • Ambos progenitorescuentan con los mismos derechos y responsabilidades y los niños pueden disfrutar de su compañía y cuidados a por igual, lo que hace que se mantenga una relación de apego sólida.
  • El niño ve menos alterada su rutina habitual si son los padres los que se turnan para vivir en el que ha sido el hogar conyugal y disfrutan de ambos por igual.
  • Las obligaciones económicas se reparten y así no hay problemas de quien aporta más o menos, todo está equiparado.

Cuando hay mala relación, ¿qué sucede?

Existen una tendencia cada más en auge a otorgar sentencias de custodia compartida cuando hay mala relación entre los progenitores, a corto, medio y largo plazo esto va afectar a la estabilidad de esos hijos.

Mientras un Tribunal analiza tu caso concreto, porque parte de la base que la guarda y custodia compartida es el régimen normal, ideal y deseable en todos los procedimientos de familia, si tú por lo que sea, no has denunciado una situación “de malostratos” o tu pareja es un “narcisista encubierto” o tiene otro tipo de patología y comportamiento de personalidad casi psicopática, ya te estas “comiendo con patatas” esta situación para aprender a marchas forzadas a gestionar este otro nuevo duelo, y a disfrutar de tus hijos cada poco, teniendo que tapar los agujeros emocionales que sabes “carece” la otra parte.

El impacto de tener que compartir el mismo tiempo los hijos con tu ex pareja, puede tener un impacto muy significativo en tu salud mental y emocional.

Efectos Emocionales

Algunos de los efectos psicológicos que se pueden experimentar son estos:

– La incertidumbre y la falta de control sobre la situación puede hacer que padezcas cuadros de estrés, trastornos ansiosos-depresivos, dificultad para dormir, etc.
– Sentimientos de ira y resentimiento hacia los abogados, tribunales y por supuesto la ex pareja o todo aquel del que haya dependido esta situación.

– Sentirse culpable o avergonzado por no poder proporcionar tus hijos una familia tradicional, creyéndote responsable de la situación.

– No tener claro el rumbo que debes tomar la vida y cuando no estás con tus hijos caer en un vacío absoluto.

– Dudar de tu capacidad de cuidar a tus hijos de manera efectiva.

– Pensar en tener que comunicarse con tu ex pareja por cualquier tema relacionado con tus hijos, pueda suponerte un trastorno añadido difícil de gestionar, porque se sabes que te va a generar disputas sobre la crianza de ellos y la toma de decisiones.

Como afrontar esta etapa

Cada persona es única y puede experimentar diferentes efectos psicológicos al adaptarse a las custodias compartidas con su ex pareja, existen muy pocos estudios que se centren en lo que supone para un progenitor esta situación ya que como he comentado, se le otorga extrema prioridad al bienestar del menor, pero ese equilibrio precisamente depende del bienestar del adulto.

Una custodia compartida donde los padres antepongan el bienestar de sus hijos por encima de los propios deseos, es imposible de conseguir si una de las partes no utiliza el razonamiento lógico y mucho menos si presenta algún trastorno de la personalidad (antisocial, paranoide, histriónico) o es un narcisista, o lo peor un psicópata.

Lo que puedes hacer para intentar llevar lo mejor posible esta situación, si es tu caso es lo siguiente:

  • Enfócate en lo que tienes en tu vida presente: trabajo, amistades, familia, hobbies, mascotas y en tener un estilo de vida sano.
  • Haz planes cortos, y valora lo que haces cada día para reconocer tu esfuerzo.
  • Hablar sobre tus hijos a tu entorno, tenlos presentes y si es preciso elabora un diario con notas para compartir con ellos para cuando estéis juntos.
  • Ten una red de apoyo en familiares y amigos haz planes con ellos
  • Permítete rehacer tu vida sentimental
  • No tienes que reparar lo que no hace bien con ellos tu ex, céntrate en lo que tu si puedes hacer por ellos.
  • Si el día de su cumpleaños no te toca estar con ellos, puedes celebrarlo cuando estéis juntos.
  • Busca ayuda para compartir tus emociones y saber gestionar esta situación lo mejor posible.

Articulo escrito 19 abril 2025 para El Progreso de Lugo

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Si existe una noticia que ha sorprendido en este recién estrenado año 2023, es la de la reconciliación de Tamara Falcó e Iñigo Onieva.

La historia ha dado un fuerte giro después de que ella lo repudiara públicamente por su “morreo televisado” con otra chica en un festival. No se sabe muy bien si los celos que ella le preparó en los últimos meses, a él con uno de sus amigos, ha dado su fruto o lo que, pero han regresado juntos, fuera de todo pronóstico.

Han decidido retomar su relación dejando atrás “una o varias infidelidades” con la firme determinación de que esta vez las cosas funcionen. Cuando este tipo de acontecimientos les sucede a personajes públicos, “salpica” en las conciencias del resto de los mortales que se pueden sentir identificados, por vivir una situación similar, y cuestionarte si podrías superar una deslealtad cuando te han humillado públicamente.

Es el tiempo el que pone a cada uno en su sitio, y si te han puesto los cuernos, incluso puedes darte cuenta cuales fueron los fallos propios, porque los ajenos los tienes más que analizados, pero si realmente sientes algo por la persona que te ha engañado, más lo extrañas cuando no lo tienes, y más si en el resto de las cosas funcionabais bien. Quizás es lo que le ha pasado a Tamara, no sabemos.

El tiempo no cura, ubica

No es lo mismo romper debido a una pelea o mal entendido por falta de comunicación, que por una infidelidad repetida o puntual, que por falta de amor. Dar tiempo a echar de menos es vital, dicen que; “no se sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”.

Cuando rompes con alguien, comienza un periodo de reflexión para ambos, que sirve para evolucionar y aprender de los errores pasados y para no repetir lo mismo.

Antes de plantearte regresar con alguien que te ha sido infiel, debes valorar si se puede recuperar la confianza, si ambos podríais crecer juntos y si pueden existir más lazos de compromiso que antes.

Si nunca tuviste desconfianzas, ni rencores, en la primera vez que estuvisteis juntos como pareja, podría darse positiva una segunda oportunidad. Un parón temporal puede ser el ajuste necesario para evaluar lo que tenías y ver si merece la pena un regreso.

¿Qué factores tendrías que tener en cuenta antes de reconciliarte con un ex?

Si tu historia sentimental es similar a la de Tamara y sigues “enganchado” a tu ex pero éste te ha decepcionado, ten en cuenta si cumples con los siguientes factores, porque de ser así, no te plantees regresar a sus brazos, y son:

· Suponer que lo “todo lo bueno que teniais” va a poder con “todo el dolor que te ocasionó”. ¡Eso nunca funciona! Podrán surgir resentimientos del pasado, en forma de bucle, eternamente en forma de reproches y preguntas recordando el pasado negativo de la pareja.

· Buscar un status o estabilidad de cara a la galería, bajo la creencia de vivir en pareja y llevar el estilo de vida que tenían antes.

· Volver sólo para vengarse por el bochorno vivido. Pensar que al regresar le vas hacer lo mismo para que sienta lo mal que lo pasaste.

· Si vuelves porque sus amigos han insistido mucho o su familia, y por sientes lástima.

· Creer que con amor y mucho sexo todo se supera.

· Tener una gran dependencia emocional porque teme la soledad.

· Ver a ese ex como la única persona que te ha entendido como nadie antes lo ha hecho, aunque te haya decepcionado.

La Terapia de la Reconciliación

Cuando una pareja pide ayuda y se compromete a realizar una terapia de pareja con el fin de reconciliarse, se plantean dos objetivos muy claros: ayudar a unir o separar, pero sin tanto dolor.

Se rescata lo positivo de la relación y lo que ha funcionado, se desechan los malos hábitos que generalmente solo crean conflictos y se construyen nuevas conductas encaminadas a darle una nueva identidad a la pareja.

Se hace responsable a cada uno de los miembros de la pareja de su participación en el conflicto.

Lo más difícil e importante es el cambio personal, pues en ocasiones el proceso de terapia puede ser saboteado por alguno de los miembros de la pareja, porque determinan que la terapia “no sirve porque su pareja no cumple con las expectativas del otro”.

Una reconciliación tiene éxito si se tiene en cuenta lo siguiente:

· Asumir por ambas partes que cada uno tuvo una parte de responsabilidad personal que les llevó al estado de conflicto (sólo se puede cambiar una conducta cuando se hace consciente).

· Ambos deben de buscar soluciones distintas a viejos problemas.

· Reconocer los errores del pasado puede llevar a una pareja al aprendizaje de nuevas formas de resolver los conflictos del presente.

· Reconocer lo positivo de la pareja y no solo concentrarse en los aspectos negativos. Es importante reencontrarse con los ojos abiertos, pensado que la pareja tiene virtudes y defectos. Y que se pueden caer en los mismos conflictos si los anteriores no se resuelven.

· Tener clara la idea de tener proyectos individuales y en pareja. Esto les implicará darse la posibilidad de crecer a pesar de la crisis.

· Rescatar lo positivo del pasado con la conciencia de que algunas cosas se pueden rescatar y revivir, aunque en el presente no puedan ser exactamente iguales. Desechar lo que no funciona y construir lo que no existe.

· Sanar los resentimientos del pasado.

· Invertir tiempo y esfuerzo en reconstruir nuevamente la relación.

Perdono, pero ¿no olvido?

Si mantienes archivadas las experiencias negativas, guardarás rencor y resentimiento, que envenenará la relación. Liberarse de esas piedras y de las cuentas pendientes con el «ser amado» hará más feliz a los implicados. Perdonar es ayudarse a sí mismo, es deshacerse de los sentimientos negativos, recuperar el equilibrio y la paz interior. Para los resentimientos es necesario no poner condiciones y ser generosos.

Para poder llegar al perdón se debe considerar lo siguiente:

-Reconocer y aceptar el dolor en conjunto.

-No luchar por ser más que el otro.

-Valorar lo que se gana al volver a estar juntos, no lo que se ha perdido con el tiempo que se ha estado separado.

-Buscar siempre soluciones no a los culpables.

Artículo escrito 14 ENERO 2023 para El Progreso de Lugo

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