La crisis postvacacional aparece por la frustración de no suceder lo que deseamos
Llega septiembre y con él se acabó el verano, los niños regresan al colegio, y el que pueda: a su trabajo.
Un problema muy común en nuestra sociedad es el Síndrome Postvacacional que sucede cuando vuelves a tu casa después de unas vacaciones. Si te está sucediendo y te estás reincorporando a la rutina que te va a durar por lo menos los próximos diez meses, o hasta que tengas la oportunidad de darte otra escapada, toma nota de este articulo para saber llevarlo mejor.
¿Por qué te sucede a ti?
Esta sensación tan extraña que estas atravesando, característica de un gran desasosiego, no es ninguna patología, ¡estén tranquilo!, simplemente es un mero «trastorno adaptativo» que te sucede porque la vuelta al trabajo te está costando digerirla y no están pasando las cosas como tu realmente habías planeado antes de irte. Has tenido ciertas expectativas y no se han cumplido.
También puede ser que el hecho de retornar a tu casa después de pasarte el verano fuera en otro entorno más agradable, porque no estaban las cosas muy bien con tu pareja y habias planificado que en un lugar ajeno todo se fuera a solucionar y al regresar, todo es igual, eso te frustró aún más.
Aunque ese periodo corto o largo de relax y desconexión, os hayan favorecido o no a la pareja o familia, regresar a las rutinas varias, puede fomentar tener un ánimo bajo, y al no verte capaz de soportarlo, te vengas más abajo todavía.
En definitiva, no es solo un tema de trabajo la “crisis postvacacional” sino que también de temor a que tu vida sea igual que cuando te fuiste y eso te asuste porque realmente esperabas un verdadero cambio.
¿Quiénes lo padecen?
Según estadísticas, este tipo de depresión la sufren en mayor medida más mujeres que hombres. Los síntomas más comunes pueden ser: ansiedad, bajo estado de ánimo, falta de energía, miedo a no ser capaz de adaptarse al entorno laboral, tensión muscular, sudoración, taquicardias, tristeza, agotamiento, pasividad, irritabilidad, falta de ubicación, y sobre todo pensamientos negativos.
Podría deciros que, según mi experiencia profesional de las personas que veo en mis consultas, quienes suelen presentar este tipo de crisis o depresión postvacacional son aquellos que tienen problemas con su trabajo (no les gusta o tienen horarios horribles, o les hacen mobbing) o con su vida personal o sentimental, la adaptación dependerá de si solucionan esos problemas o no.
Reflexiona lo siguiente:
¿Te gusta tu vida? ¿Te apasiona tu trabajo? ¿Te gustan las personas que componen tu círculo más cercano?
Hazte estas preguntas, ya que si tu vida es satisfactoria no tendrías por qué tener ningún tipo de rechazo para volver a tu realidad, cuando existe una crisis en la vida de una persona puede ser un momento ideal para cuestionarse si lo que estás haciendo con tu existencia es cómo realmente quieres que sea y si haces lo que quieres hacer con ella, solo tienes esta vida así que es tu responsabilidad utilizarla con el tiempo que tienes a favor para sacarle todas las gratificaciones posibles. Si tu solo no puedes sería positivo que busques ayuda o soluciones para cambiar.
El antídoto
Algunos pasos a seguir si quieres superar la vuelta de las vacaciones podrían ser estos:
- Vuélvete unos días antes de empezar a trabajar, para organizar tu casa y así tener tiempo para adaptarte sin agobios.
- Deja para tu regreso programada alguna actividad gratificante, por ejemplo; una nueva actividad deportiva, un entretenimiento o algo por aprender te amortiguara esa insatisfacción de regresar.
- Vete progresivamente ajustándote a tu horario habitual.
- Se flexible contigo y los demás, y permítete descansar o desconectar de aquello que te agobie, date un paseo solo o lee un libro algo que te de tu espacio en paz.
- Date un premio por lograr conseguir ese primer día de trabajo o volver a la rutina sin quejarte.
- Genera pensamientos agradables donde enfocar tu atención en lo positivo que puede tener volver a la rutina, que seguro que lo tiene.
- Organiza una próxima escapada, aunque sea de un día solamente.
- Sé positivo, valora las cosas que tienes a favor en tu vida.
Sonríe más, por favor
La carcajada pone en marcha un proceso psicológico, neurológico y fisiológico que incide positivamente en nuestro sistema inmunológico. Los efectos que tiene la risa en nuestro día a día son los siguientes:
– Combate la ansiedad y depresión, ya que al reímos potenciamos los estados de ánimo positivos que regulan los niveles de serotonina, endorfinas, oxitocina y dopamina (que influyen en nuestro estado de ánimo).
– Fortalece el sistema inmunológico porque relaja la musculatura y mejora la circulación sanguínea protegiendo el corazón.
- Cuando nuestro estado de ánimo es positivo, vemos las cosas con más claridad, al reírnos estimulamos la producción de catecolaminas, que son las sustancias implicadas en mantener nuestro cerebro más despierto, creativo y en activar nuestra memoria.
- Cuando nos sentimos felices nos mostramos más receptivos e interaccionamos más con los demás. Está demostrado que relaciones interpersonales mejoran nuestra calidad de vida.
La risa es, una señal inequívoca de emociones positivas. La sonrisa se convierte en la mejor herramienta para expresar nuestra felicidad o plenitud interior. Un estado que podemos contagiar a quienes nos rodean. Si sonreímos, nuestro cerebro interpreta que estamos bien y entonces empieza a segregar neurotransmisores y sustancias, y eso provoca un círculo que hace que te sientas mejor.
Es increíble cómo funciona y si fuéramos conscientes de ello no llevaríamos esas caras tan largas, que llevamos por la calle y en el trabajo o mostrándolas a todo el mundo. Piensa que eres un privilegiado si padeces de “Síndrome postvacacional”, hay muchas personas que no pueden disfrutar de las vacaciones porque simplemente están en paro.
Articulo escrito 7 septiembre 2019 para EL PROGRESO de Lugo