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¿AZOTAS EN LA CAMA?

¿AZOTAS EN LA CAMA? 469 1280 AnaCastroLiz

Los hombres que abusan del porno son más fríos y pueden encontrar más placer en humillar

Algunos varones tienen como por mejor compañía junto con su imaginación, a sus cinco dedos de la mano dominante para desquitarse un poco con escenas de películas X. Casi prefieren ese acto sexual que penetrar la vagina de una mujer. Masturbarse esta bien y darse amor propio, pero a los sádicos, les va eso de darse autoplacer, ven a su miembro viril como un falo de oro, son muy narcisistas, hipersexuales y les va bastante eso de azotar a su pareja en la cama que es el tema que vamos a tratar hoy.

Si descubres que tu pareja tiene un problema de este tipo, y te has llevado “un gran palo”, es lógico que te preguntes: ¿es normal que quiera darme cachetes cuando tenemos sexo?

El sádico, es alguien de apariencia amable al principio, mostrará un gran interés para conquistarte, aparentará ser delicado, seductor y atento, pero poco a poco se le irá olvidando ese comportamiento para dejar ver, quien realmente es.

Las señales

Son hombres débiles en el trabajo, o reservados hacia los demás, callados o poco comunicativos, casi sumisos, les cuesta decidirse, muy inseguros, y luego es cuando a nivel sexual se desatan y quieren ser los amos. Jugar al sado masoquismo debe ser algo consensuado por ambas partes implicadas, atar o dar un cachete no es nada pernicioso, cuando forma parte de un juego sexual y no conlleva daño físico, el problema o el trastorno aparece cuando solo se consigue llegar a la excitación o al orgasmo mediante esta práctica, y ocasionando dolor.

De repente el sádico, un día intentará asfixiarte, o darte un cachete más fuerte de lo habitual, o tirarte fuerte del pelo, zarandeando tu cabeza, “taladrándote” con su pene, sin tenerte en cuenta si eso te gusta o disfrutas o no, de su desorbitada convulsión de pélvica. No te preguntará lo que te gusta, o si disfrutas de esa forma, no sabe diferenciar lo que ve en el porno, de lo que ocurre en la cama cuando esta con una mujer.

Alguien así es incapaz de dar afecto de una forma sana o comprometerse. Quien ignora tus quejas, no te quiere.  Si identificas estas señales, estás con un sádico.

El origen del sadismo

El sádico vive la excitación sexual derivada de sus fantasías, donde le gusta ver a una mujer sometida, ese sometimiento es lo que le produce una erección. Si te ve fuerte o que eres tú la dominanta, no conseguirá excitarse.

Este comportamiento comenzó de niño o adolecente o al principio de la edad adulta. Donde ha asociado imágenes determinadas con placer, y al masturbarse de esa manera llega al orgasmo, sino no lo alcanza, por eso es una parafilia.

Es probable que una persona sádica haya sufrido maltrato en la infancia, donde pudo recibir abusos sexuales, o vejaciones. Aprende desde muy pequeño hacer daño a otras personas, creyendo que es una forma de dar amor. Posiblemente sus padres no se miraban con amor, no hablaban ni se comunicaban o no mostraban cariño, todo esto es suficiente para influir en la mente de una persona para terminar siendo sádica, además de que sus primeras practicas o escenas que ha visto de sexo, existía humillación hacia la mujer.

Han aprendido de forma equivocada a tener afecto, posiblemente sus padres les decían; “te pego porque te quiero”, “te mereces este castigo pero eres mi hijo favorito”, tienen un total descontrol de lo que es correcto o no a la hora de querer.

Pueden mostrarse como pasivos-agresivos pero en el fondo son crueles. Son personas manipuladoras y controladoras que quieren coartar la voluntad de las personas que tienen a su alrededor, solo les importa su voluntad. La empatía no está dentro de su mente.

Tienen un gusto peculiar sobre la violencia o con la muerte. Por lo que sus profesiones están relacionadas con esto: cuerpos del estado y profesionales que llevan armas, etc.

Las mujeres son su objeto

Para ellos lo más importante es tener dominio total sobre la otra persona, convertirla en objeto indefenso de su voluntad y ser su dueño. Hará lo posible para que ella se encargue de hacer todo lo de casa o lo domestico, y él vivirá del cuento, delegará responsabilidades para estar a cuerpo de rey. Si ven a su pareja toda estresada, no les importará, verla sufrir le producirá hasta placer.

Son sarcásticos y nunca mostraran afecto en público, porque es una forma de castigo que ejercen sobre la pareja. Sus ideas son machistas, la pareja de alguien así desarrollará depresión, ansiedad y tendrá baja autoestima e inseguridad. No le agradecerá nunca sus detalles o será rudo, frío e impersonal. Son mujeriegos y van de una relación a otra. Buscarán mujeres débiles o que se sienten solas y vulnerables. Las coleccionará como si fueran cromos y la usará para su placer.

El modus operandi

  1. El sádico tiene la capacidad de identificar víctimas pasivas y vulnerables.
  2. Gana la confianza de la víctima gracias a su encanto superficial lleno de promesas que no cumplirá.
  3. Persuaden sutilmente para que su pareja haga lo que a él le gusta (a nivel sexual).
  4. Retiran y aíslan progresivamente a la pareja de su familia y amigos; los celos y la posesión son los métodos más utilizados para lograr el nivel de aislamiento deseado. Son miserables con el dinero y no hacen regalos. No les gusta que su pareja sea más que el cultural o profesionalmente.
  5. Controla la forma de vestir de su pareja o con quien ésta se relaciona.
  6. No habla de sus sentimientos por miedo a dejarse dominar, controlar o ser juzgado, todo lo ve como signo de debilidad.
  7. Nunca se disculpará ni se responsabilizará de sus fallos.

¿Alguien así puede cambiar?

Es muy difícil que este tipo de persona cambie si no busca ayuda profesional, le falta empatía, sin eso es complicado un proceso de trasformación. Si tu pareja no muestra interes por como te sientes ni esta receptivo cuando sufres, busca apoyo en tu entorno, amigos, familia y debes salir de esa relación cuando antes.

Articulo sábado 9 de noviembre 2019, para EL PROGRESO de Lugo

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